sábado, 11 de mayo de 2013


El elixir de juventud de los caracoles asturianos





La carne del caracol es un manjar para algunos y la baba que liberan en su lento caminar, un tesoro natural con múltiples propiedades para la piel. En otros países, los cosméticos realizados con concentrados de esta sustancia son habituales en los centros de belleza y son muchos los fabricantes de baba de caracol. En nuestro país, sin embargo, hasta ahora no se producía. Elena Rodríguez, una señora de Avilés que descubrió por azar los beneficios cosméticos de estos moluscos, se atrevió hace algo menos de un año a criarlos en su finca y a crear su propia línea de tratamiento.

"Que yo sepa, no hay en España ningún otro productor de baba de caracol. Se necesita tiempo, mucho espacio y dedicación. Además, la técnica es secreta", comenta Elena a Vanitatis. El método para hacerles segregar baba consiste en someter a los caracoles a un nivel especial de estrés. "En Latinoamérica les echan vinagre o sal, pero yo he descubierto un procedimiento que no les pone en peligro". De hecho, según nos cuenta esta asturiana, ha acondicionado el terreno de su parcela en Avilés por y para sus pequeños amiguitos. "Mis caracoles viven en libertad, comen plantas medicinales y productos de la huerta que yo misma cultivo. De esta manera aseguro la mejor calidad de la baba y evito que sufran o mueran".

Esta es, precisamente, la principal diferencia de Heliter con otras líneas de producto realizadas a base de baba de caracol. "Al producirse en España, además, mis cosméticos se benefician de una avanzada tecnología y han de pasar exigentes controles sanitarios, cosa que en otros países no sucede", advierte esta antigua cocinera que un día se dio cuenta del tesoro natural que tenía en su solar.

Los productos Heliter están elaborados con la secreción del caracolhelix aspersa que vive en los campos asturianos. Esta especie es de hábitos crepusculares y nocturnos, aunque también es activa de día en lugares húmedos en penumbra. En determinados estados de estrés segregan esa baba de propiedades regeneradoras, cuya rica composición de principios activos que obtiene de su alimentación es lo que proporciona sus efectos. Elena lo comprobó en su propia piel mientras recolectaba los caracoles en el campo para usarlos como alimento. Notó que las manos se le quedaban muy suaves y hasta se cerraban las pequeñas heriditas. Lo testó entonces sobre una fea cicatriz de cesárea que le acomplejaba, y comprobó cómo en pocos meses se empezaba a hacer menos visible. Fue en ese momento cuando se decidió a investigar y a llevar su producto a varios laboratorios. No tuvo problemas para comenzar a comercializarlo porque, ciertamente, era tremendamente efectivo.

La baba de caracol contiene alantoína, ácido glicólico, colágeno, elastina, antibióticos naturales y proteínas y vitaminas A y E. La acción conjunta de estos elementos ayuda a la regeneración celular. El ácido glicólico produce un suave efecto peeling eliminando las células muertas y promueve su sustitución por células recientes. El colágeno y la elastina reafirman la piel y eliminan las arrugas y las marcas de expresión. Los antibióticos naturales combaten eficazmente las bacterias más comúnmente encontradas en las infecciones de la piel y acaban con el acné. "Nuestro cuerpo produce todos estos principios activos, con lo que la baba de caracol lo que hace es alimentar nuestra piel y devolverle lo que necesita, eliminando las células muertas y activando las vivas".

Gracias a la confianza que algunos rostros conocidos han depositado en sus productos (Carmen Lomana, Joaquín Torres, Fiona Ferrer, Elena Furiase, entre otros, los han probado), los cosméticos de Heliter están teniendo un merecido éxito. En belleza, el boca a boca funciona siempre que algo es realmente efectivo. Por su parte, Elena destina parte de sus beneficios a asociaciones de mujeres maltratadas.





Tres productos milagrosos

La línea de productos de Heliter está compuesta, en primer lugar, porun serum y un gel facial. El serum regenerador acaba con cicatrices y manchas de la piel, además de ser un excelente ritual antiarrugas. Su efecto es inmediato. Tras su aplicación la piel cobra firmeza, elasticidad y le aporta una suavidad y un brillo instantáneo. Se aplica como tratamiento de choque, dada su elevada concentración de extracto de baba de caracol (50%). Por su parte, el gel (10%) se usa como tratamiento de mantenimiento.

Pero el gran descubrimiento de Elena Rodríguez no es para la piel, sino para el cabello. Por su edad -ya es una mujer madura- había perdido vello en algunas zonas del cuerpo y comprobó que, tras aplicar la baba de caracol, éste volvía a crecer. Así, decidió crear un tónico capilar que está revolucionando el mercado por su altísimo nivel de eficacia. Tras meses de investigación, se han comprobado los efectos reales de este tónico único en el mundo que regenera el cabello y evita su caída. El producto actúa sobre el folículo capilar vivo, permitiendo que de él vuelva a salir el pelo. Tras su aplicación continuada el pelo crece mucho más fuerte. "Elimina la grasa y la caspa, por lo que también sirve para cualquier persona que quiera sanear su cabello y aportarle salud, brillo y una suavidad espectacular", concluye la avilesina.




jueves, 9 de mayo de 2013

Indiba

 Es un tratamiento que se da en mi centro, me parece súper interesante. He visto los efectos que puede llegar a tener, y me parece estupendo. Os dejo una breve descripción de lo que es y lo que puede hacer...

Se puede decir que es el mejor recuperador de lesiones a nivel oseo, muscular y celular. Es un mecanismo de hipertermia que genera elevación térmica en profundidad, sin ningún efecto secundario. Su efecto es asombroso en tratamientos post-operatorios, fracturas, lesiones, traumatismos, inflamaciones... Muchos médicos y fisioterapeutas lo utilizan para acortar el tiempo de recuperación de lesiones o accidentes. La elevación térmica hace que el cuerpo libere plaquetas, linfocitos, eritrocitos.. Es decir, células nuevas, consiguiendo con ello una regeneración celular. Es muy efectivo en los tratamientos estéticos  ya que con esa elevación térmica mejora la circulación linfática y sanguínea, nutriendo a las células y revitalizandolas, eliminando arrugas, cicatrices y flacidez en la piel.